La distancia en un mapa
- Laura Iñigo
- 13 jul 2015
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 4 abr 2020
Les presento este mapa y les pido que lo estudien un poco, parece que no hay mucha distancia entre un punto y el otro. Quizá se ve un poco lejos el punto de partida del más lejano, pero nada grave. El camino se ve fácil y uno piensa que en unas 3 horas, se hace todo y listo.

Esta es la ruta que nos trazamos para este lunes 12 de julio con la idea de que regresaríamos a descansar a casa a una hora decente, y cuando digo decente me refiero a las 5 de la tarde para un aperitivo y una cena tempranera.
Temo decirles que cometimos el gravísimo error de creer que todo estaba más cerca de lo que suponíamos y terminamos regresando por la autopista a toda velocidad dos horas más tarde de lo planeado.
Eso si, las vistas fueron espectaculares, pasamos por esos lugares donde se filman todas las películas de la Toscana, rodamos por los caminos donde se producen casi todos los anuncios de coche de Italia y disfrutamos de pueblos con encanto y mucha historia.
El primer lugar en el que paramos fue Buonconvento y no estaba previsto pero nos lo topamos y decidimos visitarlo y comernos un gelato. ¿Porqué no? Esta pequeña comunidad data de hace más de 1 milenio y parece que el acontecimiento histórico más famoso de ahí es que el Rey Enrique VII de Alemania, el mismísimo alto Arrigo de Dante, murió ahí a causa de la malaria. La pequeña ciudad amurallada es muy bella para ser recordada únicamente por la muerte del rey que venía a reformar Italia antes de que estuviera lista, según las palabras de Dante en su obra Paradiso.

Antes de llegar Buonconvento nos topamos con el primer campo de girasoles que desafortunadamente no estaban viendo a la cámara, así que Pilar tuvo que hacer malabares para filmarlos desde la cámara. En algún momento y con más tiempo les pasaré el video, mientras tanto usen su imaginación.
Seguimos nuestro camino a Montalcino y de ahí, por un error de navegación (mío por supuesto) terminamos recorriendo más de la cuenta por un camino lleno de curvas que no tenía ganas de hacer y que terminó siendo el doble de largo que el original. Nos paramos a comer en una casa a pie de carretera que tenía pinta de ser buena y terminó siendo una porquería, a Pilar le sirvieron un tagliatelle con puré de tomate de bote, eso pasa cuando pides algo fuera de la carta, mi cacio e pepe no estaba tan mal. Por fin pasamos por Castiglione d'Orcia con su Rocca de Tentennano en la cúspide del cerro donde se encuentra el pueblo y paramos en Bagno Vignoni que es un pueblo con historia de baños termales, digamos que la versión italiana de nuestro Ixtapan de la Sal.

El sol estaba en su momento más agresivo y yo no quería pensar en las aguas calientes de este sitio así que tomamos camino hacia Asciano y en el camino nos topamos con una Abadia envuelta en pinos que nos refrescó lo suficiente como para continuar sin tanto calor.

Terminamos cansadas y con ganas de regresar lo antes posible después de recorrer un camino bastante descuidado cerca de Asciano, pero para llegar a la autopista tuvimos la fortuna de recorrer otra ruta con mucho encanto rumbo a Siena. Al terminarla nos encontramos con la autopista que nos regresó a casa en 45 minutos.
Así terminó nuestra "corta distancia" marcada en el mapa. Volvimos a recordar que no todo es como parece que es. No olviden dimensionar las rutas y las situaciones para no terminar perdidos en los caminos, sobre todo en los de la vida.
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