Decidimos tomar camino hacia los países escandinavos y para eso debíamos tomar un ferry en el puerto de Travemunde pero como este destino es muy vacacional, no encontramos un hotel que se ajustara a nuestras necesidades, léase presupuesto y lugar para dejar la moto. La aplicación de booking.com, gran compañera en este viaje, nos llevó a la ciudad de Lübeck a unos 15 minutos del puerto.

Llegamos a muy buena hora como para caminar al centro antiguo que estaba a unos 2 kilómetros y medio del hotel, una distancia perfecta para estirar las piernas y hacer un poco de ejercicio sin matarnos. Al llegar al río descubrimos una hermosa ciudad llena de torres de iglesias, luego supimos que se le conoce como la ciudad de las 7 torres. Resulta además que el casco antiguo de esta ciudad está considerado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a su estilo medieval gótico báltico o de ladrillos.

Estuvimos buscando un restaurante bueno donde cenar, hace muchos días que no como de una manera formal, no me encanta meterme sola a un restaurante más o menos bueno. Me gusta compartir una buena comida, es como beber, no me gusta hacerlo sola, siempre me sabe mejor acompañada. Encontramos este restaurante en donde por fin pude disfrutar de una especia de estofado con 3 salsas diferentes, una maravilla. Ademas, el restaurante es estilo medieval y comes en mesas angostas y largas de madera que compartes con otros comensales. El lugar se llama Schiffergesellschaft, estoy segura que lo recordarán para cuando se den una vuelta por Lübeck, este gran descubrimiento que no deberían de pasar por alto si andan por Hamburgo.

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