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La Suecia suave...¿Será?

  • Foto del escritor: Laura Iñigo
    Laura Iñigo
  • 4 ago 2015
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 4 abr 2020


Suecia es cuna de varios escritores de novela negra, los más conocidos son Stieg Larsson (el de la trilogía Millenium) y Henning Mankell (Asesinos sin rostro entre otras), también se produjo la serie Bron/Broen junto con Dinamarca.

Hasta aquí llegaba mi limitado conocimiento sobre este país. Es verdad que también sabía sobre la existencia de su monarquía por culpa de las revistas del corazón que hojeaba desde niña en casa, esto gracias a mi madre que era lo único que leía. Mi padre veía con cierto desprecio estas revistas y se le notaba la frustración cuando encontraba a sus hijos hojeando una, seguro pensaba que todo el trabajo invertido en enseñarnos los clásicos infantiles con el único fin de engancharnos en la literatura había sido en vano. Estaba equivocado, por lo menos a mi sí logró engancharme en la lectura pero como no soy tan ortodoxa, también me deleité hojeando el Hola! de vez en cuando y así me enteré que en Suecia había una monarquía.

Las novelas y las series suecas nos alimentaron la curiosidad de conocer este país. Pilar nunca había estado en los países escandinavos y yo estuve trabajando unos días en Dinamarca hace muchos años pero nunca fui a Suecia.

Teníamos el tiempo contado así que decidimos dedicarnos únicamente al sur de Suecia, la Escania. Curiosamente es donde se desarrollan las novelas de Mankell sobre el detective Wallander, específicamente en la ciudad de Ystad que está a 40 kilómetros de donde desembarcamos.

Como no conseguimos hotel en Ystad, y que bueno porque la ciudad nos decepcionó bastante, nos quedamos en un pueblo pequeñito a 15 kilómetros llamado Skivarp, el hotel era una casona manejada por una pareja, él hacía de anfitrión, barman y mesero y ella de chef, bastante buena por cierto. Aquí es donde creímos que nos habían metido un gol con el vino cuando pagamos más por una botella que por los dos platillos exquisitos, el mío un exótico reno. Pero no fue así, resulta que el vino es carísimo en estos países, me imagino que se debe a los impuestos.

Nuestro hotel en Skivarp:

Al día siguiente salimos rumbo a Ystad y después de una rápida visita al centro tomamos carretera de nuevo, esta vez hacia Kaseberga, un pueblo pegado al mar que cuenta con un sitio arqueológico parecido a Stonehenge pero en versión mini. Se le conoce como las Piedras de Ales y las rocas están situadas de tal forma que simulan un barco, parece que el alinear las piedras de esta forma tiene que ver con monumentos funerarios y se cree que estas piedras honran a los tripulantes de algún barco que encalló, también se habla sobre la teoría de que servían como calendario ya que el sol se pone en una determinada piedra durante el verano y sale encima de otra durante el invierno. Además de estas suposiciones, lo que más nos extrañó fueron los niños visitantes montados en esas piedras, no podíamos creer que una sociedad tan civilizada como la sueca dejara que sus hijos se montaran y jugaran sobre estas piedras históricas, quizá las primitivas somos nosotras al pensar esto, quien sabe. Nos arrepentimos mucho de no haber ido muy temprano cuando seguramente no había turistas.

Seguimos la ruta costeando hacia el norte, paramos en algunos puertos pequeños y cuando la carretera se alejaba del mar nos rodeaban sembradíos de todo tipo. Pilar leyó en algún lado que a esta región se le conoce como la granja de Suecia y yo creo que el nombre le queda pintado, seguramente alimenta a todos los suecos pero además todo es plano y todo está sembrado.

Foto de Pilar:

Días antes elegí al azar una ciudad que se veía bastante grande para buscar un hotel, pensé que podría tener su encanto pero Kristiandad resultó ser una ciudad obrera bastante fea. El hotel era simpático, tenia un bar tipo pub enorme y se ve que ahí van a ligar todos los del pueblo, no sabemos si estaban ahí por que era domingo o si era así todos los días. Además del ambiente de obreros, en los altavoces del hotel se escuchaba únicamente rock clásico, incluso en el desayuno escuchamos a Pink Floyd. Resultó un hotel raro pero agradable y nos fuimos con buen sabor de boca. Un día después nos sorprendieron con su atención cuando escribimos para notificarles que habíamos dejado una batería portátil para los celulares que estaba nuevecita y los chicos tan decentes la encontraron y nos la mandaron a Barcelona. Me encantaría poder contar más historias como esta en México, que pena que nos sorprendan estos gestos que deberían de ser normales.

El último día en Suecia fue muy intenso, decidimos ir a la única parte de la región que presume de tener un cañón natural. Era difícil de creer que tuvieran alguna colina pero dimos con ella y la subimos a pie hasta la punta, resultó ser un lugar precioso, un parque natural protegido con lagos, cañadas, y muchos árboles.

El lago

Después de ver tanta naturaleza enfilamos para el sur, a dos ciudades importantes, en el camino nos topamos con varios castillos, resulta que en la Escania hay casi 300, menos mal que no hicimos el recorrido entero, seguiríamos allá.

Llegamos a comer a Lund, ciudad universitaria con la catedral y la universidad muy pegadas, con plazas y miles de bicicletas. Nos sentamos en una de sus plazas a comer un helado sobre estas bancas que tienen en hileras como si fueran camastros, son muy populares ahora en verano que hay sol, no puedo imaginar a nadie sentado en ellas en invierno.

Nuestro último destino fue Malmö una ciudad que me gustó mucho, tiene un puerto grande, un edificio de Calatraba que espero que no se caiga, unas plazas en el centro muy agradables y una playa donde la gente se mete al mar, al frío Báltico, que horror. Me hubiera gustado quedarme una noche por lo menos para disfrutar esta ciudad un poco más.

Suecia me dejó una impresión de ser una sociedad suavecita sin embargo cada vez que pensaba esto me acordaba de los retorcidos personajes de los libros, así que ante cualquier comentario positivo yo terminaba diciendo pero ya ves que si les rascas son bien turbios. ¡Ay con las influencias literarias!

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