¿Alguien que me mande a la Chingada?

Mi vida en el encierro ha estado súper ocupada, sin tiempo a aburrirme. Prometo entregarles a la brevedad un resúmen de lo vivido en este edificio en donde estoy confinada.

Mientras tanto, llevo días pensando que antes, cuando las cosas se ponían feas en la Ciudad de México yo pensaba en la playa o en el campo para alejarme del tráfico o de la contaminación. Cuando se ponían feas en el país, algo que ya es habitual y está dentro de la asquerosa normalidad, la otra nueva normalidad de México, pensaba en viajar fuera del país, en largarme cobardemente a vivir a otros lados. En cambio ahora, el único lugar que me parece viable es la chingada. No se salva ningún paisaje ni ningún país, en cualquier lugar estaremos al acecho de #COVID19, no se sabe si vas a contagiarte rumbo al campo al detenerte a cargar gas o si en la playa te encuentras a gente que tiene un primo contagiado y que se acerca demasiado a ti.

Hay días de encierro en donde me he sentido invisible, yo no soy una prioridad ni lo seré.¿Se terminará esta pandemia pronto? ¿Aprenderemos a vivir con el bicho? ¿No iremos todos a la chingada? Si es así entonces ya no quiero ir porque estará sobrepoblada.