El "Chapultecazo" for export
- Laura Iñigo
- 25 jul 2015
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 18 sept 2020
Venimos en un viaje austero, ya de por sí es caro y luego hay que comer y pagar hoteles. Las dos chicas traen un presupuesto limitado y lo agradecí mucho al principio. Pensé en el ahorro, es un viaje en moto, no un tour para conocer restaurantes y comida local. Ya llevo unas semanas viajando con ellas y francamente empiezo a extrañar la comida de fondas y lo que hacemos en casa, no puedo más con los sandwiches de carretera o el bocata de salami. No he tenido una comida decente desde que dejé España aquel 6 de julio, bueno, en Italia sí comimos un par de veces bien pero nada de morirse.
No se porque les da por comprar carne molida cuando estamos en algún departamento. Ya van dos veces que lo hacen, me imagino que buscan la proteína pero no me gusta nada como la preparan, con una lata de tomate que se la ponen al final y punto.
En el primer depto en Venecia les cociné una pasta con anchoas que parece que les gustó pero ese fue mi único ofrecimiento, no me iba a pasar cocinando para ellas todos los días.
Yo me he tenido que ir comiendo un salami que cargo de Italia y el otro día encontré un arroz con curry estilo indio, no quería más pasta. Necesito una buena ensalada que no he conseguido. Es difícil comprar cosas en el super para una persona por solo un día, como no sea una lata de atún o algo ya preparado. También vengo cargando un aceite de olivo y un ajo que compré en Venecia, me duele tirarlos, me han salvado en algún momento, pero en hoteles es imposible usarlos. A menos que como mis compañeras tengas por ley comer en tu habitación de hotel una lata de atún.
El día de hoy que viajamos de Budapest a Cracovia hicimos una parada en una gas porque yo quería comprarme una coca, hacía mucho calor y viendo cómo hemos viajado aproveché para comprarme un sandwich que no estaba mal. Eran las 3 de la tarde y el hambre acechaba. Cuando me vieron, decidieron sacar su carne molida que les sobró de ayer y hacerse unas tortas ahí justo en la entrada de la tienda, encima de la moto. Yo no pude con el numerito. Decidí irme a un lugar debajo de un árbol lejos de ellas. Con la pena pero esto de sacar la torta de aguacate en el cine no es lo mío. Inmediatamente me acordé de los picnics de Chapultepec desde la cajuela del carro. Ustedes me conocen, no es que vaya de fina por la vida, pero con este tipo de cosas nomás no puedo. Sorry.

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