top of page
Buscar

Cuarta semana. Balance

  • Foto del escritor: Laura Iñigo
    Laura Iñigo
  • 19 abr 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 27 abr 2020

Puedo resumir la semana del 13 al 19 de abril así:


- Ejercicio (a veces, no diario)

- Trabajo (a veces, no diario)

- Preparar comida (diario, a veces creativa pero casi siempre casera)

- Socializar (a veces, no diario y unas veces virtual y otras en persona con vecinas)

- Escribir (a veces, no diario aunque debería de hacerlo diario)

- Ver películas y series (más de lo que quisiera porque todo lo que dice "a veces", podría ser diario).

- Lectura (diario pero mucho menos de la que me gustaría)

- Interactuar con los grupos de Whatsapp (demasiado tiempo invertido, pero es otra forma de socializar).

- Jugar (más de la cuenta también, una vergüenza).

- Dormir (diario, lo justito).


A 30 días de encierro voluntario (el domingo 19 de abril), hago un balance de lo que he ganado y he perdido durante este confinamiento.


Lo perdido:

- Amistades, algunas me importan y me duelen, otras no tanto. Es un distanciamiento sano para evitar más roces que dejen heridas imposibles de cerrar. A las que no me duelen pues no pasa nada, aunque no puedo evitar dedicarles esta canción: El Carrito de los Cadetes de Linares. Búsquenla, les va a gustar.

- Mi condición física, este encierro y la altura de la #CDMX me tiene corriendo mucho menos. Ya no llego a los 6 kilómetros ni de chiste, apenas a los 4 y eso cuando me esmero mucho y termino cansadísima. Espero que pueda seguir saliendo aunque cada vez está peor y me da más miedito.

- Dos aretes (pendientes), pero eso es normal en mi vida.

- Una tarjeta de crédito que, después de casi una semana de resistirme a hablar al banco porque sabía que estaba en casa, la encontró Pilar dentro de la lavadora.

- Mi paciencia con los procedimientos de la administración del edificio. Ya es el colmo el método dictatorial y el poder de un círculo muy pequeño. Pero esto se acabó por fin.

- Mis clases de cocina que tanto me gustan y me hacen falta. Espero que esto también lo recupere en cuanto regresemos a la normalidad.

- El tiempo que debería invertir en esta visita en hacer trámites y cerrar círculos.

- El ver a mis amigos queridos, hacer reuniones en casa y fiestas, comidas y cenas.

- Algún viaje relámpago como Cuba o San Diego o Veracruz

- Mi vuelo de vuelta a Barcelona que técnicamente no lo perdí, me lo canceló la aerolínea.

- Dinero por falta de ventas en las empresas y por seguir pagando a los empleados, pero hay que hacerlo, es lo que toca y ya vendrán tiempos mejores. El dinero no lo es todo, así que mientras cubra mis necesidades básicas, vamos bien.

- La ilusión de hacer mi viaje en moto por toda España, esto no creo lograrlo este año.

- Un ojo y un oído al escuchar la chorrada, mamada o como quieran llamarle a la canción de Cielito Lindo cantada por celebridades que no conozco, bueno, no reconocí a Yuri, de los demás ignoro su proceder. No perdí el ojo pero sí amanecí con una hinchazón, y el oído lo voy perdiendo con los años, pero creo que esta sesión de Cielito Lindo sí aceleró el proceso.

Mi ojo después de "Cielito Lindo"

Lo ganado:


- Amigos nuevos, vecinas encantadoras con las que podríamos convivir siempre. La confirmación de algunos otros con los que incluso tratamos de implementar el distanciamiento social como una regla de vida.

- ¡Peso! Pero qué horror, es inevitable no comer algo mientras veo al Doctor López-Gatell dando su informe diario. Beber y comer botanas cuando vemos a la vecina es casi un requisito. Y qué tal cuando vemos una película o el concierto del sábado de One World, unas papas con limón o unos cacahuates combinan súper bien. Y no podemos olvidar los momentos de las conexiones por zoom para ver a los amigos con un vermut, una cerveza, o un clamato.

One World Together at Home

- Mucho conocimiento sobre las reglas del régimen de condominios, ahora sabemos muy bien qué puede o no hacer la administración, qué tenemos derecho a exigir y lo más importante, urge un cambio de administración ¡Ya!

- El alargar nuestra temporada de queso oaxaca (si es que lo encontramos), nuestras tortillas con linaza y los indispensables aguacates y mangos del mercado. Ahora nos lo pueden traen a casa y somos muy felices.

- El volver a escribir en este blog que lo tenía bastante olvidado.

- A pesar de la falta de contacto social hemos podido festejar 3 cumpleaños de manera virtual, nos acomodamos a las circunstancias y seguimos celebrando la vida tan frágil en estos momentos.

-Aprendí a salir a correr con un tapabocas en la cara.

La mascarilla

- El saber que a pesar de la convivencia diaria e intensa, estoy con quien quiero estar y no lo cambiaría por nada.

- El preparar platillos a cuatro manos como un risotto maravilloso de setas y queso parmesano.

- El sacarle jugo a los mangos y hacerlos en 3 formas diferentes. Con limón y chile, muy mexicano, con leche condensada para la dieta, y con hielos y un poco de agua para el calor.

- El disfrutar de nuestra azotea más allá de subir a ver la luna.

- Tiempo para organizar algunas cosas que tenía olvidadas.

- Ganas de empezar a tirar cosas, pero no se crean, éstas son efímeras y luego me arrepiento y no empiezo con la limpieza que debería hacer.

- Valorar mi vida social y agradecer infinitamente a Tina por su ayuda en casa, a los trabajadores de la limpieza en las calles y los que trabajan en el transporte público, a los que están jugándose la vida en el sector salud. También valoro mis privilegios y me parte el alma ver a todos aquellos que no pueden dejar de trabajar porque se quedan sin comer.

¡Gracias a todos!

- El ver día a día cómo está trabajando este gobierno y leer a toda esa gente tan enojada que hace berrinches cada día.

- Un pelo muy rebelde, sin forma y sin vergüenza, veamos cuánto aguantamos, sobre todo Pilar que ya tiene peinado alto.

- El ver como una araña pasaba por un proceso, no sabemos si tuvo arañitas o un aborto porque justo nos perdimos el desenlace.

La araña en pleno proceso.

- Odiar más la canción de Cielito Lindo cantada por ...esos.

- Escuchar a todos esos músicos callejeros que pasan por aquí, desde el saxofonista y los marimberos hasta el organillero. Un verdadero deleite.


He ganado más de lo que he perdido, no me puedo quejar en absoluto, ya escribiré otro balance cuando lleguemos a los dos meses. Mientras tanto #QuédateEnCasa.

1 Comment


shuly
Apr 25, 2020

Espero estes bien. Gracias por tus relatos. Se que vienen del corazón. cuidate mucho

Like
bottom of page