Los Extremos
- Laura Iñigo
- 23 jul 2015
- 2 Min. de lectura
Empecemos por definir cada personalidad. Viajo con dos mujeres que son pareja, que no tienen ni un año de estar juntas y que se aventaron a hacer este viaje y además a invitar a una desconocida que, no es por nada pero a pesar de que me sufren las he sacado de varios aprietos.
A Lisette la conocí primero y luego hicimos una cena para conocer a Edith quien estaba en esos momentos en campaña por la diputación de la Delegación Benito Juárez.
Lisette casi no habla o habla muy poco, es entre tímida y gruñona, es una mujer que yo he percibido como resentida social por los comentarios negativos que hace hacia la gente que tiene dinero. Se autodefine como feminista y dice expresiones como Gracias a diosita o por las diosas. Tiene un tono de queja continuo, ese tono alto y con la entonadita típica chilanga que le puede caer muy mal a cualquiera que sea del interior de la República, iba a decir a los de provincia pero luego se me alborotan.
Edith es mas habladora, más abierta y la típica que se auto motiva con frases como: "vamos con todo" "a meterle al calor, si señor" con un aplauso mientras lo dice. ¿Ubican esta actitud como de animador de sabadazo, de programa de revista de Azteca o Televisa? Es mucho más positiva y más cordial en sus comentarios, es el chile de todos los moles y habla hasta con las piedras.
Ella es la típica que canta cada vez que puede, tiene un repertorio amplio que abarca desde la balada romántica hasta la música vernácula. Canta cuando se levanta, cuando se baña, cuando tomamos un descanso de la moto, canta y canta. Qué pena que no pueda subir un video de su cantada en plena Plaza de San Marcos, si alguien lo quiere ver pidanlo por mail a lauinigo@gmail.com
A estas alturas no se a quien prefiero, si la negatividad y el silencio de Lisette o el positivismo y el cante de Edith. Creo que me quedo con Lisette, sobre todo en las mañanas cuando compartimos departamento y Edith se mete a bañar, es cuando más fuerte canta.

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